sábado, 6 de octubre de 2012

TOMATE FRITO CASERO (CONSERVA)

Como estamos en época de conservar la mayor parte de las cosas que se han recogido, que son muchas a pesar de la sequía de este año, vamos a ver una receta muy sencilla que todos podemos hacer en casa: tomate frito. Está mucho más bueno que el comprado y económicamente es más barato.

Tomates en rama



INGREDIENTES:


- Tomates (depende de la cantidad que queramos hacer)
- Aceite (le queda mejor el de oliva, pero al gusto y a la economía de cada uno)
- Sal
- Azúcar
- Especias al gusto (nosotros echamos algo de ajo y un poco de orégano o albahaca)
- Espesante (harina de trigo o de maíz, si es que sale la salsa demasiado líquida)


UTENSILIOS NECESARIOS:


- Botes de cristal con tapas nuevas
- Cazuela grande
- Cazuela alta (para hervir los botes y las tapas nuevas)
- Cazo
- Cuchara de café (para la sal, el azúcar y las especias
- Colador grande
- Batidora


Selección de tomates maduros de nuestro huerto


¡A COCINAR!


En primer lugar seleccionamos los tomates más maduros, los vamos lavando cortando. Los introducimos en la olla hasta que esté llena más de la mitad. Introducimos una cantidad de aceite suficiente: es como hacer un pisto, no hay que echar demasiada aceite; al final se va a cocinar igual, depende del tamaño de la olla que se utilice y de la cantidad de tomates que se le metan. Uno o dos vasos estará bien, si la cazuela es mediana-grande (olla a presión o parecidas).

Olla grande repleta de tomate


Si no te gusta las pielecillas de los tomates (hay gente a la que le resultan bastante molestas, hay un pequeño truco para quitarlas sin llevarnos medio tomate por delante: se pone a hervir una cazuela pequeña con agua y otra se deja con agua fría; se introducen 30 segundos aproximadamente unos tomates en el agua hirviendo y posteriormente se meten en el agua fría otros 30 segundos. Descubrirás tras sacarlos del agua fría que la piel se desprende sola. De esa manera ya tenemos los tomates sin piel.

Seguimos. La olla con los tomates cortados y el aceite se pone al fuego medio, dejando hervir el contenido. Le ponemos la sal (cuatro cucharadas de café colmadas, aunque depende de la cantidad) y el azúcar (tres cucharadas de café, aunque depende de la cantidad). El azúcar es para controlar la acidez del producto final. Se deja al fuego una hora aproximadamente. Si hemos puesto mucha cantidad (cuatro kilos de tomates o más) es recomendable más tiempo, quizá dos horas. Después, si hemos decidido no quitarles la piel, batiremos el resultado para que quede homogeneo, echándole harina para espesar. Si tienes intolerancia a los cereales, no te preocupes, más líquido también está bueno.

Hervimos los botes y las tapas nuevas en la cazuela alta durante diez minutos, para esterilizarlos y no llevarnos sorpresas desagradables dentro de unos meses. Hay que tener en cuenta la cantidad de enfermedades que se pueden desarrollar por no hacer unos sencillos pasos. Hay algunas mortales, como el botulismo. Por eso, conviene hacerlo todo bien: la esterilización, el hervido del contenido y posteriormente el envasado al vacío con el método del baño maría.

Una vez pasado el tiempo de fritura del tomate, probamos la salsa para corregir el grado de sal y el de acidez (con el azúcar). Con el contenido todavía hirviendo, cogemos el colador y uno de los tarros (con cuidado que quema) y comenzamos a verter el tomate frito dentro. Cuando esté lleno todo el tarro excepto dos dedos de aire, cerramos bien y volcamos el bote boca abajo, posándolo sobre la tapa. Repetimos la operación para llenar todos los botes que queramos o podamos.

Tarros esterilizados con dos dedos de aire, dados la vuelta


Una vez pasados unos minutos, comprobaremos que están cerrados al vacío mirando y tocando la solapita de aire que suelen tener las tapas en el centro: si está para abajo y no se mueve, quiere decir que está al vacío; si se puede empujar hacia abajo y hace el click-click tradicional, es que no se ha cerrado al vacio bien.

Con los botes que no se han cerrado bien tenemos la solución más fácil: el baño maría. Introducimos esos botes cerrados en la olla alta donde los hemos esterilizado antes y comenzamos a hervir durante 45 minutos más. Esto hará que se cree el vacío en el bote.

Tarros de tomate frito perfectamente conservados


Y ya está. Fácil, barato y más o menos rápido si se hace bien: te permite hacer otras cosas mientras se está cocinando y el resultado es sabrosísimo. Una delicia en nuestra pasta, arroz a la cubana, albóndigas con tomate frito, patatas fritas... y es una solución a esos tomates que se están empezando a poner pochos y ya nadie los quiere... snif snif, pobrecitos.

¡Que aproveche!



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